Uno de los acontecimientos arqueológicos más grande del siglo veinte fue el descubrimiento de la magnífica Puerta Ishtar de la antigua Babilonia. En ella, entre animales comunes como el toro o el león, se hayo una peculiar criatura, el Sirrush o Mushusu.
Las excavaciones comenzaron en 1899, y durante tres años el Profesor Robert Koldewey, arqueólogo alemán, t...rabajó para descubrir este espectacular edificio dedicado al dios del sol, Marduk. La puerta fue erigida durante el reinado del rey Nebuchadnezzar II (605-562 aC). Pero tras la caída de la ciudad hacia el año 39 aC, se enterró bajo las arenas mesopotámicas y el mundo la olvidó hasta que el equipo de Koldewey la resucitó.
Los suyos fueron los primeros ojos del mundo moderno que contemplaron su deslumbrante panoplia de ladrillos muy vidriados de color cobalto y filas horizontales de animales representados en bajorrelieve realista.
Estaban presentes tres tipos de animales. El toro y el león se inspiraron en animales vivos, pero, ¿y el dragón? Aunque estaba representado de forma realista, seguramente se trataba de una bestia completamente mítica e imaginaria – ¿o no? El animal sagrado de Marduk, el dragón de Babilonia era conocido como Sirrush, o Mushusu, y Koldewey no estaba convencido de que no fuera nada más que una criatura fabulosa de leyenda. Aunque las representaciones babilónicas de todas las otras bestias fabulosas habían cambiado dramáticamente a lo largo de los siglos, las del Sirrush habían permanecido iguales, como las de los animales reales.
Pero si en realidad el Sirrush estaba basado en una criatura real, ¿cuál podría ser esta criatura?
Con cuerpo esbelto de cuatro patas, cubierto de finas escamas, una cola larga y un cuerno encima de su cabeza, era visiblemente diferente de cualquier animal conocido en los tiempos modernos. Así que Koldewey concibió la fascinante idea de que esta bestia tipo dragón podría haber sido creada a partir de un dinosaurio vivo desconocido.
En la actualidad, muchos zoólogos reconocen que las representaciones del Sirrush se asemejan un tanto a un retrato deformado de algunos reptiles gigantes del mundo prehistórico, particularmente los dinosaurios herbívoros de largos cuellos conocidos como saurópodos.
Además, las discrepancias de forma entre el Sirrush y los saurópodos podrían explicarse fácilmente si los pintores responsables de las representaciones hubieran trabajado no a partir de observaciones directas, personales de dinosaurios vivos, sino meramente a partir de descripciones de segunda mano de viajeros u otros testigos. Por tanto, si unos 65 millones de años después de la extinción oficial de los dinosaurios, el linaje de los saurópodos aún existe, escapando al descubrimiento científico formal pero, conocido para los antiguos babilonios, ¿dónde debemos buscar estas maravillas vivas?
Las excavaciones comenzaron en 1899, y durante tres años el Profesor Robert Koldewey, arqueólogo alemán, t...rabajó para descubrir este espectacular edificio dedicado al dios del sol, Marduk. La puerta fue erigida durante el reinado del rey Nebuchadnezzar II (605-562 aC). Pero tras la caída de la ciudad hacia el año 39 aC, se enterró bajo las arenas mesopotámicas y el mundo la olvidó hasta que el equipo de Koldewey la resucitó.
Los suyos fueron los primeros ojos del mundo moderno que contemplaron su deslumbrante panoplia de ladrillos muy vidriados de color cobalto y filas horizontales de animales representados en bajorrelieve realista.
Estaban presentes tres tipos de animales. El toro y el león se inspiraron en animales vivos, pero, ¿y el dragón? Aunque estaba representado de forma realista, seguramente se trataba de una bestia completamente mítica e imaginaria – ¿o no? El animal sagrado de Marduk, el dragón de Babilonia era conocido como Sirrush, o Mushusu, y Koldewey no estaba convencido de que no fuera nada más que una criatura fabulosa de leyenda. Aunque las representaciones babilónicas de todas las otras bestias fabulosas habían cambiado dramáticamente a lo largo de los siglos, las del Sirrush habían permanecido iguales, como las de los animales reales.
Pero si en realidad el Sirrush estaba basado en una criatura real, ¿cuál podría ser esta criatura?
Con cuerpo esbelto de cuatro patas, cubierto de finas escamas, una cola larga y un cuerno encima de su cabeza, era visiblemente diferente de cualquier animal conocido en los tiempos modernos. Así que Koldewey concibió la fascinante idea de que esta bestia tipo dragón podría haber sido creada a partir de un dinosaurio vivo desconocido.
En la actualidad, muchos zoólogos reconocen que las representaciones del Sirrush se asemejan un tanto a un retrato deformado de algunos reptiles gigantes del mundo prehistórico, particularmente los dinosaurios herbívoros de largos cuellos conocidos como saurópodos.
Además, las discrepancias de forma entre el Sirrush y los saurópodos podrían explicarse fácilmente si los pintores responsables de las representaciones hubieran trabajado no a partir de observaciones directas, personales de dinosaurios vivos, sino meramente a partir de descripciones de segunda mano de viajeros u otros testigos. Por tanto, si unos 65 millones de años después de la extinción oficial de los dinosaurios, el linaje de los saurópodos aún existe, escapando al descubrimiento científico formal pero, conocido para los antiguos babilonios, ¿dónde debemos buscar estas maravillas vivas?