lunes, 31 de marzo de 2014

OBISPO DE MAR

Se trata de un monstruo marino, un particular tipo de hombre pez que también es conocido como fraile de mar y responde a descripciones muy diversas.

Hacia medidados del siglo XVI, un naturalista francés, Guillaume Rondelet, cuenta que, tras una gran tormenta, un ejemplar del Obispo de Mar fue atrapado en el mar de Noruega. Según su descripción, posee un deformado rostro humano, ca...
beza rapada y lisa y un capuchón de monje sobre los hombros. Dos largas aletas como miembros superiores y una enorme cola.

Konrad von Gesner, otro naturalista del mismo siglo, lo describe como una criatura de expresión feroz, dos cuerpos, orejas largas, brazos humanos y cuerpo de pez.

Los relatos marionos de la epoca, relatan avistajes de este monstruo con rasgos humanos y se cree que la convicción de su existencia perduró hasta el siglo XIX.
 
 

EL MONSTRUO DE TECOLUTLA

 

En marzo de 1969 salió por las playas de Costa Esmeralda, en el estado de Veracruz, un animal fuera de lo común. Los pescadores locales que vivieron ese momento dicen que tenía 36 metros de largo, cuernos y pelos en el cuerpo.

Nadie sabía que era eso que habían encontrado así que empezó a correr el rumor del “monstruo de Tecolutla”....


Ya estaba muerto cuando lo encontraron y empezaba a descomponerse, soltaba un asqueroso olor fétido y las autoridades tomaron la decisión de conservar solamente el cráneo y la mandíbula del extraño animal y tirar el resto.

Tiempo después, algunos científicos afirmaron que se trataba de una especie de ballena, pero la gente que lo vio, sigue sin creer en esta teoría.

De todas maneras, este famoso “monstruo” se encuentra en exhibición como pieza principal del Museo Comunitario de Tecolutla y es una atracción obligada para los que van a este lindo pueblo de pescadores en Veracruz.
 
 
 
 
 
 

EL KASAI REX

Kasai rex es un supuesto animal pseudocríptido africano que se afirma sería un dinosaurio carnívoro que sobrevivió hasta nuestros días. Existen descripciones contradictorias del mismo, y los únicos reportes originales sobre apariciones de esta criatura son sospechosos para la mayoría de los criptozoólogos.

Presunto encuentros en el valle de Kasai y Rodesia...


En 1932 John Johnson (a veces escrito Johanson), un dueño de plantación sueco, viajaba con un sirviente en el valle de Kasai, en el Congo Belga, hoy la República Democrática del Congo. Contaron que se encontraron con un rinoceronte, y, mientras intentaban pasarlo sin ser percibidos, dicen que habrían sido sorprendidos por una supuesta gran criatura que salió de la maleza y atacó al herbívoro. Según el relato, el sirviente huyó, mientras que Johnson se desmayó, y luego al despertar vio que la misteriosa criatura estaba comiendo al rinoceronte. "Era rojizo de color, con franjas negruzcas", dijo luego. "Tenía un largo morro con numerosos dientes". El explorador dijo que pensó que la criatura que supuestamente habrían visto, de unos 13 metros de largo, habría sido un tiranosaurio, aunque también afirmó que "las patas eran gruesas, me recordó a un león, adaptado a la velocidad".1 Este supuesto hecho fue reportado por el periódico Rhodesia Herald, también en 1932. Extrañamente este ha sido el unico reporte para esta supuesta criatura de gran tamaño y carnívora.

Supuestas fotografías

Se dice que existen dos fotografías del Kasai rex, aunque cada una muestra diferencias radicales con respecto a la otra. Una muestra una criatura parecida a un gran lagarto monitor rodeada de una línea blanca (por lo que la criatura parece ser un recorte de otra fuente), "parada" sobre los restos de un rinoceronte.2 La otra foto muestra a una criatura obviamente parecida a un tiranosaurio comiéndose un rinoceronte.3 Sin embargo, a pesar de la existencia de estas fotografías, ellas no han sido analizadas y probadas como auténticas, y por ello muy pocos criptozoólogos aceptan cualquiera de las dos como "genuinas", y consideran que no existen verdaderas pruebas para considerarlo realmente como un críptido.
 
 

EL YETI

El yeti o abominable hombre de las nieves o según los tibetanos del Himalaya que también lo conocen como Migou es un críptido, interpretado como un simio gigante emparentado con el Pie Grande norteamericano. Ante la ausencia total de pruebas, sólo se cuenta con relatos que lo describen como un simio gigante bípedo que se cree está localizado en las zonas boscosas de la cordillera del Hima...laya.

Quienes creen en su existencia lo consideran pariente lejano del orangután, descendiente del Ramapithecus o Gigantopithecus que habitó en esta cordillera hace millones de años; y que por las características que presentaría, posiblemente esté emparentado con el Pie Grande y el Wendigo. Sin embargo, no existen pruebas concluyentes de la existencia de este primate. Incluso otras investigaciones relacionan al Yeti con los osos. En algunos monasterios de Nepal se conservan restos supuestamente pertenecientes al Yeti, pero que posteriormente se ha demostrado pertenecen a un tipo de cabra local. Por otra parte es muy dudosa la existencia de simios de semejante tamaño. Quienes lo niegan, como el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, afirman que los primates en general y los simios en particular sólo viven en lugares donde existen frutas todo el año, es decir, en las zonas tropicales. Además no hay primates en las estepas, ni en los pinares mediterráneos, ni en los bosques de coníferas.1 Por otro lado, el montañero, periodista y jurista César Pérez de Tudela afirmó haber avistado a la bajada del Annapurna, en 1973, al yeti.

En el año 2008, un grupo de investigación japonés encabezado por el científico Yoshiteru Takashi, líder del proyecto Yeti nipón, recorrió durante 42 días la región de alta montaña Dhaulagiri IV dejando constancia de haber fotografiado presuntas huellas de unos 45 cm de longitud del escurridizo primate. Takashi asegura que volverá a Nepal y al Tíbet durante los próximos años y no dejará el proyecto hasta que su grupo obtenga pruebas fehacientes de la existencia del ser legendario más buscado del planeta. El Yeti también es llamado "El Mono Dorado"

Por otro lado, Reinhold Messner, primer alpinista en subir al Everest sin oxígeno, primero en hacerlo en solitario, primero en coronar los 14 ochomiles, considerado el mejor alpinista del mundo, acostumbrado a vivir en la zona, tras realizar un avistamiento, dedicó unos años a su estudio, y ha escrito un libro sobre el tema, identificando al ser con el jemo o jemong, el oso tibetano, animal nocturno, grande, que suele caminar a dos patas habitualmente, de color blanco o negro, siempre solitario salvo cuando busca pareja o durante la cría, siendo muy temido por su gran fuerza por los habitantes de la zona, ya que ha causado muchas muertes.

Es de notar que en todos los relatos de avistamientos jamás se menciona más de un individuo. Por ello una objeción muy importante es el hecho que la supervivencia de toda especie requiere la existencia de una población animal de cierto tamaño, con individuos de diversas edades e incluyendo formas juveniles- que jamás se han referido - lo que hace muy dificíl justificar un ocultamiento de tal población por un tiempo prolongado, como se asevera.

En algunos monasterios de Nepal se conservan restos supuestamente pertenecientes al Yeti, pero que posteriormente se ha demostrado pertenecen a una especie de cabra local. Por otra parte es muy dudosa la existencia de simios de semejante tamaño. En los monasterios budistas de Khumjung, Pangboche y Namché Bazaar, en Nepal, se dice que conservan como reliquias los cueros cabelludos o escalpos de Yetis (además de una supuesta mano incorrupta en el de Pangboche). En 1961, tras un estudio efectuado de la cabellera de Khumjung, se dio a conocer que pertenecía a otra especie de animal, un pariente del rebeco, el serau del Himalaya (Capricornis thar) y no un primate desconocido. El objeto en cuestión, es un tipo de caperuza que suelen utilizar los monjes en las danzas rituales. La de los otros monasterios estabán igualmente confeccionadas. Estos artilugios se veneran y son considerados auténticas reliquias por parte de los monjes del monasterio porque son antiguos, tienen más de trescientos años.
 
 
 

EL CADBOROSAURIO

Apodado Caddy, es una serpiente de mar supuesta informó a estar viviendo en la costa del Pacífico de América del Norte. Su nombre se deriva de Cadboro Bay ubicado en el Municipio de Saanich y la Municipalidad de Oak Bay, adyacente a la ciudad de Victoria, British Columbia, Canadá, y la raíz de la palabra griega "saurus" lagarto o reptil significado. Los informes se describen como similares en forma y comportamiento a diferentes monstruos del lago llamado popularmente como "Ogopogo" del lago Okanagan, en la Columbia Británica y el monstruo del Lago Ness de Escocia.


 

EL OSO NANDI PARTE 2

"Tenía un pequeño perro color caqui llamado Mbwambi conmigo, un perro mestizo, pero feroz y valeroso, y lo até conmigo a la puerta de mi tienda" escribió Hichens dos años después del incidente. "Era más de medianoche cuando lanzo un gruñido agudo, quejumbroso que me sobresaltó. Pero antes de que pudiese salir de la cama, toda la tienda se tambaleó, el poste al que estaba ata...do Mbwambi desapareció y el techo de la tienda se vino abajo, envolviéndome a mí, que inmovilizado por el toldo de la tienda, pugnaba por salir. En ese mismo instante, el aullido más terribe que he oído jamás rasgó la noche. Un puro horror demoníaco me heló la sangre".

Oí a mi perro gritar una sola vez", continúa Hichens estremeciéndose. "Hubo un chasquido de ramas en los arbustos y luego un ruido sordo, de alguna bestia alejándose. ¡Pero aquel aullido! He oído media docena de leones rugiendo a la vez en una estampida a menos de veinte metros; he oído balitar a un elefante enloquecido, he oído a un leopardo atrapado transformando la noche silenciosa en una agonía estremecida con rugidos atronadores y desgarrados. Pero nunca había oído, ni deseo volver a hacerlo, un aullido como el de aquella criatura.

Hichens salió afuera corriendo, donde encontró que su perro no estaba y un rastro de sangre que llevaba a la jungla. Junto al camino había huellas enormes, cuatro veces el tamaño de [las huellas de ] un hombre", señanl Hichens. Al amanecer, él y una partida de hombres del pueblo rastrearon las huellas hasta el bosque, pero una semana después el rastro se perdió. Hichens no encontró nunca al anumal cuyo aullido había hecho que su propia alma se estremeciese.

Muchos científicos creen que aquellos que han visto al Oso Nandi han confundido un animal conocido, como una hiena, un baboo [baboon, ¿babuino?] o un ratel (un mamífero carnivoro nocturno, parecido a un tejón, que se encuentra en Äfrica, Arabia e India). Pero al menos un experto, Charles Williams, antiguamente del Museo Británico de Historia Natural, ha propuesto una teoría más sorprendente. Sugiere que el Oso Nandi pudiera ser un descendiente viviente de un grupo prehistórico de mamíferos conocidos como calicotéridos. Estas extrañas criaturas, que guardan relación con los actuales caballos, tenían patas traseras cortas, lomo curvo, una cabeza pesada de hocico cuadrado, cola corta y unas formidables garras. No se sabe en que momento pudieron extinguirse, aunque los paleontólogos creen que fue hace al menos 10,000 años".
 
 

lunes, 10 de marzo de 2014

EL OSO NANDI

Saludos amigos. He decidido compartir con uds. un fragmento del libro "El Mundo Misterioso" de Time Life. En este se habla de una misteriosa criatura keniana, el llamado "Oso nandi", una temida criatura nocturna, que como su nombre lo indica, se asemeja a un úrsido, aunque hay varias propuestas para la identidad del oso nandi, desde hienas hasta mandriles... gigantes.

"Se dice que no todos los animales desconocidos son tímidos. Se rumorea que la nación de Kenia, del este de África, ha sido desde hace tiempo la guarida de una bestia similar al oso, tan salvaje y temible, que al parecer, visita los pueblos de noche, llevándose ovejas y algunas veces a personas. Los colonizadores europeos llamaron a la criatura el Oso Nandi, nombre de la tribu en cuyo territorio, situado al oeste de Kenya, tienen otros nombres más inquietantes para denominar a la bestia: Chemosit, o diablo, Geteit, que significa comedor de cerebro, una referencia al supuesto hábito del animal de comerse el cerebro de su presa.

Los hombres me decían que bajaba a los pueblos por la noche y asesinaba a los habitantes en sus cabañas, escribió Charles T. Stoneham, un conocido cazador de caza mayor, quien describió su propia búsqueda del Oso Nandi a finales del siglo pasado en su libro Cazando bestias salvajes con rifle y cámara. .

De acuerdo con el cazador británico de caza mayor, Charles T. Stoneham (arriba), que buscó incansablemente a la bestia durante la década 1920-30, el Oso Nandi atacaba a sus víctimas entrando en sus cabañas por el techo.
"Hizo su entrada por el techo, mató a sus ocupantes y se comió sus cerebros". Las mujeres que estaban fuera en el bosque recogiendo madera "desaparecerían" continuaba Stoneham, "y más tarde, se descubrían sus cuerpos, casi siempre desprovistos de la parte superior del cráneo".

Como no se tienen noticias de que existan especies de oso en África, aunque hay rumores persistentes, desechados por la mayoría de los científicos, de pequeños osos en Marruecos, los informes del Oso Nandi han desconcertado a los zoólogos. Sin embargo, a juzgar por estas informaciones, el término "oso" parece encajar. Geoffrey Williams, un aventurero que exploraba el territorio nandi a principios de siglo, pensó que, en efecto, la bestia se parecía a un oso cuando se encontró con ella durante una marcha por la verde meseta de Uasin-Gishu.

"Había una densa niebla", escribió, "y mi primo y yo caminábamos al frente del safari". De repente, se disipó la niebla. "Mi primo exclamó: ¿Qué es eso?". Mirando en la dirección en la que spuntaba, vi un gran animal sentado sobre sus caderas, a una distancia de no más de 30 metros. Su actitud era como la de un oso en el zoológico, y debo decir que media más de metro y medio", recuerda Williams. "Antes de que nos diese tiempo a hacer nada, saltó hacia adelante y se alejó arrastrándose".
En 1925, en un incidente que recuerda la terrorífica bestia de Gévaudan, en el siglo XVIII en Francia, los habitantes de un pueblo pidieron ayuda al gobierno keniata, después de que una chica de seis años fuera raptada en plena noche por un Oso Nandi, que había excavado un agujero en la pared de la choza de su familia. Las noches anteriores, la criatura se había llevado varias cabezas de ganado del pueblo. El capitán William Hichens, un oficial colonial británico, viajó al pueblo para investigar.

Después de escuchar los aterrorizados relatos de las incursiones de la bestia, Hichens dedició atraparla, rodéando la colina donde se sospechaba que vivía. El plan falló, pero Hichens tuvo un espantoso encuentro con lo que él pensó que era la misma criatura, que una noche, cuando se retiraba a dormir a su tienda, vio en la entrada del pueblo.


 
 
 

EL DRAGON DE BROSNO

El Dragón de Brosno (Бросненский дракон: Brosnenski Drakon), también conocido como Brosnia, es el nombre de un monstruo que, se dice, habita en el Lago Brosno, cerca de Andreapol en el oeste de Rusia. Se lo ilustra como un dragón o dinosaurio, y ha sido objeto de numerosas leyendas regionales, algunas de las cuales, datan del siglo XIII.

Leyendas...


Los rumores de que una extraña criatura habita en el lago Brosno han existido desde hace varios siglos.
Una leyenda dice que Brosnia espantó al ejercito tártaro-mongol que se dirigía a Novgorod en el siglo XIII. Batu Jan detuvo las tropas a orillas del lago para descansar. A los caballos se les permitió beber agua de este. Empero, cuando los caballos se aventuraron bajo el lago, una gigante creatura emergió del agua rugiendo y devoró caballos y soldados. Las tropas de The Batu-Jan estaban tan aterradas que se devolvieron, y Novgorod se salvó.
Viejas leyendas describen una “enorme boca” devorando pescadores.
Las crónicas de la región mencionan una “montaña de arena” que aparece en la superficie del lago en algunas ocasiones.
De acuerdo a otras leyendas, algunos varegos querían ocultar un tesoro en el lago. Cuando estos se aproximaron a una pequeña isla, un dragón emergió del lago y se tragó la isla.
Se dice que durante la Segunda Guerra Mundial la bestia se tragó un avión alemán.

Hipótesis

Existen varias hipótesis científicas que conciernen a Brosnia. Una de ellas, el fenómeno de gas, expone que cuando el sulfuro de hidrógeno se eleva del fondo del lago, hace hervir el agua, lo que hierve a su vez se asemeja a una cabeza de dragón. Sin embargo, la cantidad de sulfuro de hidrógeno debería ser considerable para producir este efecto.

Otra versión dice que hay un volcán en el lago Brosno que hace eyecciones a la superficie del agua de vez en cuando. Es bien sabido que hay varias fracturas en el fondo del lago, la profundidad y la dirección de estas no se pueden definir. No se descarta que el cráter de un volcán se pueda hallar dentro de una de tales fracturas. Esto explicaría porque el hipotético volcán no ha sido, aún, descubierto (véase Erupción límnica).

No obstante, el fenómeno de Brosnia se puede explicar desde un punto vista físico y perceptivo. Temporalmente, lotas, percas amarillas y eperlanos pueden ser hallados en el lago (se considera extraño que peces de mar puedan vivir en las condiciones de un lago). Grandes eperlanos son reflejados en la superficie del agua a través de la refracción de la luz y esto produce el efecto de una cabeza de reptil gigante. Los físicos dicen que los espejismos aparecen en las temporadas calurosas. Ciertamente, los testigos afirman observar a Brosnia en las épocas de verano.


 

EL DEMONIO DE DOVER

El Demonio de Dover es una supuesta criatura pseudocríptida perteneciente a la cultura popular estadounidense. Se le describe como un monstruoso ser enano, con aspecto humanoide aunque de piel anaranjada, cabeza gigante, largos dedos, ojos rojos y sin boca, nariz u oídos visibles. Fue investigado por criptozoólogos y ovniólogos por primera vez tras supuestamente ser visto por seis jóvenes entre el 21 y el 22 de abril de 1972 en la localidad de Dover, Massachusetts. Destaca que una criatura similar, denominada “mannegishi” existe en la mitología de los indígenas canadienses, y otra también similar denominada “backoo” existe en la mitología de nativos africanos.

sábado, 8 de marzo de 2014

EL ORANG PENDEK

El Orang Pendek ("pequeño hombre" o más extendidamente, "diferente del orangután" ) es el nombre dado a una supuesta criatura que, se presume, viviría en las áreas selváticas de Sumatra, en la región del Parque Nacional de Kerinci Seblat.

Según la descripción de los nativos y la criptozoología, Orang Pendek un homínido de baja estatura, vello cobrizo; existiendo expediciones para i...
ntentar avistarlo y documentar su existencia.

Así, durante todo el tiempo que el Orang Pendek ha recibido la atención de los criptozoólogos, los supuestos avistamientos han sido lejanos o son informes indirectos, principalmente de nativos, que afirman haberlo visto. Por supuesto, hay que tener en cuenta que dichos nativos poseen una creencia asumida por tradición de que tal animal existe y que alguna vez habrá de verlo.

¿Relación con el Homo floresiensis?

El descubrimiento de restos fósiles datados en 18.000 años de antigüedad encontrados recientemente del llamado Homo floresiensis, los cuales se encuadrarían con la descripción general del Orang Pendek, han hecho surgir varias hipótesis. Estas hipótesis van desde que el Orang Pendek es el resultado de una antigua tradición sobre una especie ya extinta con la cual los nativos tuvieron contacto hace miles de años, hasta la hipótesis de que el Orang Pendek serían Homo floresiensis aún existentes. Sin embargo, ninguna de las hipótesis ha sido comprobada.

¿Pruebas?

Algunas personas dicen tener restos fósiles, huellas, pelo, excrementos, ADN y testimonios de avistamientos; siendo el principal argumento de los creyentes en su existencia. Sin embargo esta descripción es la típica de la criptozoología más acrítica. En realidad no existen tales restos fósiles, y todas las pruebas físicas de pelo, excrementos, ADN, etcétera, siempre resultan esquivas, y al ser adecuadamente analizadas y comparadas con otros candidatos probables, han indicado pertenecer a orangutanes, otros animales de Sumatra, o incluso al hombre. Referente a las huellas, al ser analizadas por expertos, han concluido que serían falsas o no pertenecerían o no indicarían ser de un homínido. Por ello hasta el momento el Orang Pendek es sólo una de tantas criaturas mitológicas, propias del rico folklore humano, no existiendo evidencia física directa que haya sido ratificada como auténtica por los científicos.


 

EL BUNYIP

Características

Las descripciones de los Bunyips varían enormemente. Usualmente se describen como monstruos marinos. Algunas características de descripciones comunes incluyen una cola de caballo, aletas, y colmillos de morsa o cuernos. De acuerdo con la leyenda, se dice que rondan en pantanos, billabongs, arroyos y ríos. En las noches pueden escucharse sus llamados, mientras devoran cualquier animal que se acerque a sus guaridas.

En criptozoología algunos dicen de que el animal extinto, el Diprotodon, es el origen de tal leyenda.



EL MOKELE-MBEMBE

Los dinosaurios se extinguieron hace millones de años. Pero los habitantes de Camerún, en la curva occidental de África, continúan hablando de una enorme criatura cuadrúpeda que se parece mucho al brontosaurio.

En realidad, cuando se les muestra un dibujo de un dinosaurio parecido al brontosaurio y se les pide que lo nombren, dicen indefectiblemente que es un Mokele-Mbembe....


Se le conoce por varios nombres: mbokalemuembe y mbulu-embembe en Camerún, nyamala y amali en Gabón, mokele-mbembe ("el que detiene los ríos") en el Congo... En la República Centroafricana recibe diversos nombres: los banziris le llaman songo, los bandas, badigui ("diablo acuático"); en el distrito de Birao recibe el nombre de guanerú; en Baya se le llama diba.

También el jago-nini del Congo puede ser el mismo animal, aunque, según los nativos, se alimenta de manatíes.
En el Zambeze medio, entre Chobe y Kafue, en el suroeste de Zambia, un animal similar recibe el nombre de isiququmadevu: Es más alto que un hombre, tiene cabeza de serpiente, cuello largo y patas de lagarto, y deja un rastro de 1,5 metros de anchura.

Incluso en Madagascar se han recogido testimonios sobre un animal semejante

¿Existen aún los Dinosaurios?

África permanece aún como un continente con un excelente hábitat para los dinosaurios ya que específicamente en el Congo, hay miles de kilómetros cuadrados de pantanos impenetrables y densa jungla que no han sido totalmente explorados.

Las regiones pantanosas del centro de África, casi inaccesibles y muy poco exploradas, no han sufrido glaciaciones ni otros grandes cambios ecológicos ni geológicos desde hace millones de años; no es por consiguiente demasiado inverosimil la hipótesis de la supervivencia de una especie de saurópodo.

Por casi 100 años se han recibido reportes desde lagunas del Congo en África central de la presencia de un monstruo conocido por los nativos como 'Mokele Mbembe', el cual se parece a un dinosaurio. Se reportan variaciones en su longitud que van desde 5 hasta 10 metros, mucho de ello conformado por su larga cola y muy largo cuello. Su cabeza y cuello son comparadas a la de una serpiente en algunos casos adornada con una cresta, pero es mucho más largo que cualquier serpiente pitón.
Las patas del 'Mokele Mbembe' son descritas como cortas, con tres uñas visibles en la parte posterior de la pata, y las huellas de las pisadas son redondas como de 30 centímetros por pisada en diámetro. El cuerpo ha sido comparado con un elefante o un hipopótamo. Se dice que se alimenta de malombo, una planta tropical trepadora lechosa y con frutas semejantes a manzanas.

Comportamiento

Vive en zonas pantanosas, donde pasa la mayor parte del tiempo sumergido; sólo asoma la cabeza para comer y respirar. Es herbívoro, se alimenta principalmente del malombo o chocolate de la jungla (Landolphia spp.), una planta que crece en las orillas de ríos y lagos y produce grandes frutos parecidos a la nuez. Es muy agresivoy territorial y suele atacar a los hipopótamos y cocodrilos, pero no los devora.

Los rumores señalan que emplea la cola para hacer zozobrar las canoas que caen bajo su radio de acción, para a continuación matar con saña a sus ocupantes, pero sin llegar a devorarlos. Se asegura que el animal vive en las oquedades y cavernas que forma la arcilla en las márgenes del río.

Se cuenta que en una ocasión un grupo de pigmeos consiguió matar un mokele-mbembe y que todos los que comieron su carne murieron.

Visto por los científicos

La sospecha de que en algunas apartadas zonas del continente africano hay un extraño y enorme animal de costumbres anfibias no es algo reciente. Uno de los grandes exploradores y cazadores del pasado siglo, Alfred Aloysius Horn, pudo ver personalmente las pisadas de un desconocido animal que los indígenas del Camerún llamaban «Jagonini», que quiere decir «el buceador gigante». "Las huellas de la bestia eran del tamaño de unas grandes sartenes, pero con tres enormes garras", cuenta este traficante y cazador, que recogió abundantes testimonios entre los nativos sobre la fiereza de la bestia.

Los primeros relatos autentificados sobre el Mokele-Mbembe fueron recogidos por el capitán Freiherr von Stein zu Lausnitz en 1913. Según su información, el animal, del tamaño de un elefante, era de color pardo grisáceo, de piel suave y cuello largo y flexible. Se decía que este extraño monstruo vivía en cuevas subacuáticas barridas por el río y que cualquier canoa que se atreviese a acercarse a ellas estaba condenada de antemano. Sin embargo, se dice que, al menos en una ocasión, una banda de pigmeos mató a una de estas criaturas y se dio un banquete con su carne. También se dijo que los que la habían comido habían enfermado y muerto.

El escritor y naturalista inglés Ivan T. Sanderson pudo ver en 1932 a esta criatura en una de sus expediciones por la pantanosa zona del río Mainyu, en el África ecuatorial occidental. Se encontraba navegando junto con sus compañeros en una zona inexplorada de este río, cuando de una cueva cercana surgió un ruido ensordecedor y, según relata él mismo, «vimos cómo algo enorme se levantó frente a nosotros, convirtiendo el agua en espuma».

La visión duró apenas unos instantes, pero fue un tiempo suficiente para que pudiesen apreciar que lo que se había levantado del agua era «la cabeza negra de un animal semejante a una enorme foca, aunque mucho más ancha que larga». Si bien el tamaño de esta cabeza -única parte del animal que pudieron contemplar- era del mismo tamaño que la de un hipopótamo adulto, la forma de la misma no tenía ningún parecido con la de este mamífero.

Tras esta visión, las dos piraguas que formaban parte de la expedición se alejaron lo más rápido posible mientras los indígenas no cesaban de gritar aterrados: «Mokele-Mbembé». Hablando más tarde con los nativos de la zona, todos coincidieron en que en esos parajes vive un terrible animal, el Mokele; un ser que pese a ser vegetariano -se alimenta de lianas- es un terrible enemigo de hipopótamos y cocodrilos que evitan pasar por la zona donde habita esta temible bestia.

En 1980, la expedición al río Likouala-aux-Herbes, en la República del Congo, de los zoólogos James Powell y Roy P. Mackal fotografió una pista abierta en la vegetación por un animal acuático (comenzaba y terminaba en el río) de unos dos metros de alto, que aparentemente arrastraba una pesada cola. En 1993, Rory Nugent fotografió un objeto acuático en el lago Télé, también en la República del Congo.

En años recientes, observadores occidentales, como el biólogo Roy Mackal, de la Universidad de Chicago, organizaron cuatro expediciones a los relativamente aislados lagos y ríos de Camerún, en busca del escurridizo animal. Aunque no se capturó ningún ejemplar, fueron vistos, fotografiados e incluso grabadas sus voces en cinta magnetofónica, animales no identificados que se parecen a los relatados por los indígenas.

Desgraciadamente, la situación política del lugar y su difícil terreno no se prestan a exploraciones improvisadas. La mayoría de los observadores occidentales están de acuerdo en que, si un dinosaurio quisiera esconderse, difícilmente habría podido elegir un lugar mejor.

Pero tal vez un día, a no tardar, los impedimentos serán superados y el mundo sabrá si alberga todavía a un resto superviviente de su remotísimo pasado.

De acuerdo a Mackal, el biólogo africano Marcelino Agnagna, dio un detallado reporte de haber visto a Mokele Mbembe en mayo de 1983 en las aguas superficiales del remoto lago Tele. Cinco metros de él era visible sobre el agua.

Una de las últimas exploraciones la realizó un equipo de once japoneses, entre marzo y abril de 1988, algunos de los cuales habían participado con anterioridad en otros viajes a la zona. Las marismas del lago Telle, en la misma región de Likuala, fue el terreno elegido para realizar la expedición; numerosos lugareños habían testificado sobre su contacto directo con el monstruo. Uno de ellos afirmó haberlo visto entrar en el lago apenas un mes antes, y otro, un cazador de elefantes llamado Inmanuel Mongoumelo, dice que lo vio en los ríos Sanga y Bai, que están conectados con el lago Telle. Incluso varios de los ancianos de la aldea recuerdan que, a principios de siglo, una de estas criaturas fue cazada por los pigmeos de la cercana zona de Oumé. Los expedicionarios sólo pudieron ver en una ocasión, un gran objeto negro flotando en el centro del lago, pero la niebla les impidió observar más detalles.
 

LA MUJER ALADA DE VIETNAM

Se le describe con la apariencia de un humanoide de tonalidad oscura, una altura de aproximadamente 5 pies (1.5 metros) y con alas similares a las de los murciélagos. Al volar emite un resplandor de fulgor verdoso de sus alas y viaja completamente desnuda. De acuerdo a estos relatos, la criatura tendría ciertas semejanzas con la leyenda filipina Aswang o las gárgolas.

Avi
stamientos

La mujer alada de Vietnam fue presuntamente vista en julio o agosto de 1969 por tres marines que hacían guardia cerca de Da Nang (Vietnam del Sur). Dichos marines afirman haber visto con detalle a un ser que voló con lentitud sobre ellos a primeras horas de la mañana (1:00 a.m. - 1:30 a.m.), mostraba un halo de luz verdosa y a medida que se les acercaba pudieron distinguir que era una mujer alada
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PIE GRANDE 2 PARTE

Cientos de observaciones en todo el subcontinente norteamericano sugieren que el fabuloso piesgrandes existe realmente. Pero, ¿cómo puede sobrevivir esta criatura primitiva en la sociedad más desarrollada del mundo?

Informes Fidedignos acerca de "hombres bestia" en el subcontinente americano se dieron a conocer ya en 1830. Aunque para la información anterior a 1900 tenemos que co...
nfiar en viejas crónicas periodísticas, investigadores decididos han encontrado algunas descripciones sugerentes de bestias muy similares a las observadas en la actualidad. En 1851, por ejemplo, un diario local publicó la historia de dos cazadores de Greene County (Arkansas) que vieron un rebaño perseguido por un "animal que tenía las inconfundibles características del ser humano".

Era de gigantesca estatura, su cuerpo estaba cubierto de pelo y su cabeza provista de largos rizos que tapaban casi por entero cuello y hombros. El "hombre salvaje", después de mirarlos fijamente durante un momento, se volvió huyendo a gran velocidad con saltos de tres a cuatro metros. Sus huellas medían unos 33 centímetros.

El cronista añadía que se pensaba que el animal era "un superviviente del sismo que asoló la región en 1811". En casi todos estos primeros informes se consideraba a los hombres-bestia como "hombres salvajes", suponiendo que eran humanos que se habían refugiado en los bosques y en cuyo cuerpo se había desarrollado un tupido manto de pelo. Pero la moderna teoría evolucionista considera esto improbable.

Esta observación, que tuvo lugar en Arkansas, demuestra que las apariciones de piesgrandes no se limitan a los estados del Noroeste (norte de California, Oregon, Washington) y la Columbia Británica, donde se han producido la mayoría de ellas. Aunque en dichas regiones, con vastas zonas de montañas boscosas, se ha originado más información que en otras, piesgrandes o sus huellas han sido vistos en casi todos los estados norteamericanos y en las provincias canadienses. En Florida, muy lejos de lo que se considera el territorio tradicional de los piesgrandes, se han producido numerosas observaciones de "monos pestilentes" en los últimos años.

Muchos informes se limitan a describir un hombre-bestia apenas entrevisto en lugares boscosos. Pero existen otros muy detallados que muestran ciertos rasgos característicos. Al parecer, los piesgrandes son tímidos y no gustan de la presencia de los humanos, aunque también tienen una vena de curiosidad y a veces se acercan por la noche a grupos que acampan en los bosques, contemplan sus pertenencias y, ocasionalmente, balancean su caravana o su coche. Esta conducta y antiguos informes sobre la destrucción de campamentos de buscadores de minerales ponen de manifiesto el deseo de ahuyentar a los intrusos.

También han sido vistos merodeando cerca de casas de campo y aldeas, atraídos probable mente por la facilidad para conseguir comida. Pero, pese a su aspecto terrible y a la conducta provocadora de sus descubridores (cuya reacción es, con frecuencia, disparar primero y preguntar después), los piesgrandes no son agresivos con los humanos, existiendo muy pocas noticias de que hayan causado daños.

A medida que avanza el siglo XX y crece el número de personas que conocen la existencia de los piesgrandes, las noticias sobre observaciones antiguas y recientes van en aumento, y desde los años sesenta se dispone ya de un vasto archivo de informes. Aunque es obvio que esto se debía en parte a la mayor publicidad, ¿significaba también que los piesgrandes eran vistos con mayor frecuencia? Como, a causa del avance de la civilización, su hábitat debe ir reduciéndose gradualmente, es lógico suponer que su número disminuye. Quizá sea esta presión sobre su entorno lo que los fuerza a visitar lugares habitados en busca de alimentos, lo que explicaría a su vez el aumento de las observaciones

El Bigfoot Casebook (Registro de piesgrandes) contiene unas 1.000 observaciones de los últimos 150 años, y no es una colección completa. Según las estimaciones, sólo se comunica una de cada diez observaciones, o sea que pueden haber sido unas 10 000 durante dicho período. Existen también numerosas noticias sobre grandes huellas de aspecto humano que han aparecido por lo general en el barro, la nieve o la arena, y que se supone que son de un piesgrandes. Algunas veces, los investigadores que estudian los informes han hallado también pelo o heces que podrían pertenecer a un piesgrandes, pero los análisis que se han hecho de estas sustancias no suelen ser concluyentes.

Una selección de algunas informaciones correspondientes al presente siglo nos dará una imagen clara del piesgrandes y de su conducta. En 1969 Albert M. Fletcher escribió acerca de un encuentro que tuvo 50 años antes, cuando era leñador en Washington.

En otoño de 1917, cuando tenía 17 años, trabajaba como leñador en un campamento junto al río Cowlitz, en el estado de Washington. Una noche de luna iba caminando por una senda en dirección a un baile, cuando tuve la incómoda sensación de que algo me seguía de cerca. Miré varias veces por encima del hombro, pero no vi nada. Cuando llegué a una curva del camino, me escondí detrás de un árbol y esperé para ver de qué se trataba. Casi en seguida apareció una criatura muy grande y de aspecto humano, que debía medir unos dos metros o algo más.

Caminaba sobre las patas traseras, estaba cubierta de pelo oscuro, tenía barba y un pecho amplio, y, por lo que pude ver, no llevaba ningún tipo de ropa. Sin salir de mi asombro, grité alarmado y la criatura se volvió instantáneamente y se alejó corriendo por el bosque, siempre sobre las patas traseras. Cuando se lo conté a mis compañeros, algunos se rieron, pero otros aseguraron que habían visto lo mismo. Nadie tenía una explicación, ni un nombre, pero todos estaban de acuerdo en que era algo grande, con aspecto de mono, y también en que se parecía a un hombre muy fornido.


viernes, 7 de marzo de 2014

SECUESTRADO POR PIE GRANDE

Otro informe, de 1924, relata algo que, de ser cierto, constituye el encuentro más espectacular con un piesgrandes entre los que se hallan registrados. Albert Ostman afirma haber sido secuestrado por un piesgrandes, que lo mantuvo cautivo varios días antes de que lograra escapar. El secuestro tuvo lugar cerca de Toba Inlet, en la Columbia Británica, en cuyas mont...añas acampaba en busca de minerales. Una noche un piesgrandes de unos 2,40 m lo cogió en su saco de dormir y lo llevó por el campo durante lo que al incómodo y asustado Ostman le parecieron tres horas.

Aún estaba oscuro cuando llegaron a su destino, pero al amanecer Ostman pudo comprobar que había cuatro piesgrandes, un macho y una hembra adultos y un macho y una hembra infantiles. Durante su cautividad, Ostman pudo estudiar la forma de vida de la familia y pensar en el modo de huir. Pero todos sus intentos fueron frustrados por "el viejo", como lo llamaba él. Ostman tenía su rifle, pero se resistía a hacer daño a las criaturas, pues lo trataban bien. Finalmente pudo escapar dando al "viejo" una gran cantidad de rapé, que lo dejó incapacitado. Mientras el piesgrandes corría a buscar agua, Ostman cogió sus cosas y salió huyendo a toda velocidad.

Los encuentros en los que el testigo puede observar largamente y de cerca a la criatura son los más interesantes. Un observador tranquilo puede aportar mucho a nuestro conocimiento sobre la materia. Uno de los mejores informes de este tipo fue elaborado por William Roe, que vio a un piesgrandes en la montaña Mica, en la Columbia Británica, en octubre de 1955.

Roe estaba oculto en un matorral, de modo que el piesgrandes -una hembra de 1,80 m de altura, 1 m de ancho y unos 135 kg. de peso- se acercó sin percatarse de que era observado. Cuando estaba a unos seis metros de distancia, se puso en cuclillas junto al matorral en que se escondía roe, quien más tarde escribió una cuidadosa descripción de la cabeza, la cara y el pelo del piesgrandes, y de la forma en que andaba. Por un momento se preguntó si no se habría metido sin darse cuenta en un set y estaba contemplando a un actor maquillado, pero pronto descartó esta idea. Su informe continúa así: Finalmente, esa cosa debió percibir mi olor, porque me miró directamente a través de un claro en el matorral. Una expresión de asombro pasó por su cara. Me pareció tan cómica que sonreí. Siempre en cuclillas, retrocedió tres o cuatro pasos, después se irguió por completo y marchó velozmente por donde había venido. Me miró un instante por encima del hombro, pero no con temor, sino como si no quisiera entrar en contacto con algo extraño.

Roe consideró la posibilidad de disparar a lo que hubiese resultado un ejemplar único y hasta levantó su rifle. Pero no pudo hacerlo. "Aunque en un principio lo había considerado un animal, en aquel momento sentí que se trataba de un ser humano, y supe que si disparaba nunca me lo perdonaría."

¿Humano o animal? Los testigos no están seguros, y los investigadores tampoco. "Si tuviéramos un cadáver para examinarlo", claman. Pero los que consideran que lo importante es matar un piesgrandes para probar su existencia de una vez para siempre, se encuentran con la oposición de quienes piensan que hay que dejar en paz a la criatura. ¿Qué derecho tiene el hombre a cometer un asesinato para satisfacer su curiosidad?

Algunos informes sugieren que alguien con la suficiente paciencia y calma podría incluso hacerse amigo de un piesgrandes. En el otoño de 1966, una pareja que vivía cerca de Lower Bank, en Nueva Jersey, encontró huellas de 43 cm de longitud cerca de su casa, y más tarde vieron una cara que asomaba por una ventana situada a más de dos metros de altura. Durante algún tiempo fueron dejando con regularidad restos de verduras, que el piesgrandes consumía, pero una noche en que se olvidaron el visitante demostró su irritación arrojando un cubo de basura contra la pared. Un tiro al aire no lo asustó, y el hombre disparó al cuerpo del piesgrandes, que huyó para no volver más.

Nueve metros de vacilante película en color de 16 mm conmovieron al mundillo de los buscadores de piesgrandes en 1967. Los interrogantes que planteaba la cinta aún no han sido desvelados a satisfacción de todos. Detrás de la cámara se hallaba Roger Patterson, que en octubre de ese año cabalgaba con Bob Gimlin por los remotos bosques de la región de Bluff Creek, en el norte de California, en busca de rastros de piesgrandes. Sus caballos retrocedieron atemorizados cuando se hallaron de improviso frente a un piesgrandes hembra, en cuclillas junto a un arroyo. Patterson desmontó de un salto, tomó su cámara y echó a correr tras la figura que se alejaba. Antes de perderse de vista entre los árboles, el piesgrandes se volvió para mirar a los hombres. El famoso fragmento de película ha sido analizado numerosas veces desde 1967, pero aunque nadie haya podido probar que sea una falsificación, los hombres de ciencia se muestran escépticos sobre el particular.

Esto puede deberse a cautela natural, o al curioso argumento de que "los piesgrandes no pueden existir; por lo tanto, no existen". Entretanto, la criatura continúa apareciendo con regularidad en América del Norte, alarmando, aunque sin hacer daño, a los testigos, que invariablemente son cogidos por sorpresa, e intrigando a todos aquellos que meditan acerca de su existencia.
 
 

EL MEGALANIA

Megalania prisca es una especie extinta de la familia Varanidae. Era un gigantesco varano que vivió en Australia meridional, durante el período Pleistoceno hace unos 40.000 años. Medía 8 metros de longitud, y pesaba cerca de dos toneladas. Con semejante tamaño, es el mayor lagarto terrestre que ha existido. Se alimentaba de la mayoría de los animales, incluyendo a cualquiera de los m...arsupiales gigantes como el Diprotodon, junto con otros reptiles, pequeños mamíferos, aves, y huevos.A pesar de que Megalania prisca se extinguió hace 40.000 años, ha habido numerosos informes y rumores de que una supuesta población sobreviviente habita en Australia, y en ocasiones en Nueva Guinea, en fechas tan recientes como a finales de los años 90.

El criptozoólogo australiano Rex Gilroy cree que Megalania prisca sobreviviría hoy en día, y que es sólo cuestión de tiempo que un ejemplar sea capturado con vida; Sin embargo la posibilidad de una población superviviente en el sur de Australia no es aceptada por la mayoría de los científicos, porque los informes sobre lagartos gigantes sólo comenzó después de que el Megalania prisca fuera descrito por primera.


 

EL GNOMO DE GERONA

El llamado Gnomo de Gerona es el nombre dado al cuerpo de un animal o un feto animal (normal o deforme) encontrado cerca de Gerona, Cataluña (España) en septiembre de 1989.

Historia ...

Según la versión inicialmente difundida, el ser habría sido capturado por unos excursionistas a once kilómetros de Gerona, en la ruta que va de Bañolas a Olot, quienes según esta primera recreación de los hechos, se encontraban en un bosque cuando vieron al ser, que trató de huir velozmente hasta que le cazaron. Entre las afirmaciones de esta primera versión se encontraría la de que emitía "una especie de chillido que recordaba la carcajada de un anciano".

Siguiendo este relato, el ser permaneció vivo durante veinticuatro horas (otras versiones dicen que durante cuatro días) tras su captura. Posteriormente habría sido entregado todavía vivo al parapsicólogo español Ángel Gordon quien tras la muerte del animal lo conservó en un frasco con formol.

A partir del examen de una serie de fotografías del cuerpo conservado, el patólogo estadounidense John Altshuler y el doctor español Luis Linares de Mula descartaron que se tratara del feto normal de un animal.



PLESIOSAURIOS VIVOS

Las leyendas antiguas sobre serpientes marinas o los modernos avistamientos de supuestos monstruos en lagos o en el mar son explicados por algunos como signos de una posible supervivencia de plesiosaurios. Estas teorías son mayoritariamente rechazadas por la comunidad científica, que las considera fantasía y pseudociencia. Con todo, el descubrimiento de verdaderos y aún más an...tiguos fósiles vivientes, como el celacanto, y animales de las profundidades marinas previamente desconocidos pero enormes como el calamar gigante, no han dejado de alimentar las imaginaciones.

En 1977, el descubrimiento de un cadáver con las patas y con lo que parecía ser un cuello largo y cabeza pequeña por el barco de pesca japonés Zuiyo Maru lejos de Nueva Zelanda creó una manía del plesiosaurio en Japón. Los miembros de un panel de eminentes científicos marinos en Japón inspeccionaron el descubrimiento. Algunos de aquéllos involucrados eran los profesores Ikuo Obata e Hiroshi Ozaki del Museo de la Ciencia Nacional de Japón y el profesor Toshio Kasuya, del Centro de Investigación Marina de la Universidad de Tokio. Estos científicos tenían varias cosas por decir sobre el descubrimiento al examinar el suceso. El profesor Yoshinori Imaizumi del Museo Nacional de Ciencia de Japón dijo, "no es un pez, ballena, o cualquier otro mamífero." Otros han defendido que realmente era un tiburón peregrino, pero el profesor Toshio Kasuya dijo, "Si fuera un tiburón, la espina sería más pequeña… y el propio cuello es demasiado largo como se ve en la imagen. Yo pienso que podemos excluir la teoría del pez". Pero al ser analizados las muestras que se tomaron antes de arrojar el cadáver al mar; el bioquímico Dr. Shigeru Kimura de la Universidad de Tokyo, descubrió que los tejidos de las muestras contenían un tipo especial de proteína, conocida como elastodina, que sólo está presente en la familia de los tiburones, y no en los otros grupos animales que se le atribuían el origen del cadáver, descartando con ello la posibilidad de que fuera un reptil o un mamífero.

El monstruo del lago Ness normalmente es reportado como parecido a un plesiosaurio; no obstante también se describe frecuentemente a la criatura con poco o ningún parecido. Además, el lago es demasiado frío para que un animal de sangre fría pueda sobrevivir fácilmente, los animales que respiran aire como los plesiosaurios serían divisados fácilmente cuando aparecieran en la superficie para respirar, el lago es un tanto pequeño y con poco alimento como para soportar una colonia de crías, y el propio lago se formó hace sólo 10.000 años durante la última edad de hielo. Los avistamientos pueden explicarse como una combinación de olas, ruinas flotantes, espejismos en la bruma, animales nadadores (como la nutria, que puede alcanzar 6 pies de longitud, un esturión, etc.), un grupo de aves nadadoras observadas a lo lejos (como un pato con sus crías), y bromas.


 

EL CARCHARODON MEGALODON

El Carcharodon Megalodon dominó los océanos durante setenta millones de años, era como un gran tiburón blanco de veinte metros y treinta toneladas, y estaba dotado de células sensoriales capaces de detectar el leve campo eléctrico del movimiento de los músculos de su presa a cientos de kilómetros de distancia. No cabe duda de que era el cazador supre...mo del planeta durante el Mioceno y el Plioceno (hace entre 25 y 5 millones de años).

Algunas especies de tiburones tienen un tamaño bastante respetable. Afortunadamente, las dos especies mayores, el tiburón-ballena [Rhincodon typus] y el peregrino [Cetorhinus maximus], son peces filtradores, que sólo se alimentan de plancton, por lo cual son inofensivas para el hombre. El tiburón-ballena alcanza los veinte metros de longitud y veinte toneladas de peso; la longitud máxima confirmada del tiburón peregrino, que puede pesar hasta cuatro toneladas, se acerca a los diez metros, aunque se han señalado ejemplares de hasta quince metros de longitud.

El mayor tiburón carnívoro viviente es el jaquetón [Carcharodon carcharias]. Aunque recibe también el nombre de tiburón blanco, en realidad es de color gris azulado; sólo la región ventral es blanca. El jaquetón puede sobrepasar los siete metros de longitud y pesar más de tres toneladas. Pero incluso este tiburón se quedaría pequeño al lado del Carcharocles megalodon, una especie fósil conocida sólamente por sus dientes, de hasta veinte centímetros de longitud, el triple que los dientes del jaquetón, y por algunas vértebras. Se ha calculado que este tiburón podía alcanzar entre quince y veinte metros de longitud total y un peso de treinta toneladas. Recordemos que el Gran Blanco tiene un tamaño medio entre 4 y 7 metros en los machos, aunque hay indicios de que podrían llegar a los 10 metros, algunos fosiles de Megalodon (únicamente dientes debido a su resistencia al paso del tiempo) indica que podrían haber existido ejemplares de Megalodon de 24 metros y cincuenta toneladas.

¿Existe aun el Megalodon? El aviador y pescador deportivo Pierre Clostermann, en su libro "Des poissons si grands" (1969), relata, sin citar sus fuentes, un suceso interesante, supuestamente acaecido en 1954: Durante una tormenta en aguas de Timor (Indonesia), el balandro australiano Rachel Cohen sufrió un violento choque. De vuelta en Adelaida, cuando se fueron a realizar reparaciones en el barco en dique seco, aparecieron incrustados en la quilla de madera, formando un semicírculo de casi dos metros de diámetro, diecisiete dientes de jaquetón de unos diez centímetros de longitud y ocho de base, a la altura del eje de la hélice, que estaba torcido. Es muy frecuente que los reflejos de las hélices de los barcos atraigan a los jaquetones; el que atacó al Rachel Cohen debía de medir, de acuerdo con los ictiólogos australianos que, según Clostermann, examinaron el barco, veinticuatro metros de longitud.
 

EL DIABLO DE JERSEY

El Diablo o Demonio de Jersey, es una criatura pseudocríptida, perteneciente a la cultura popular estadounidense. La criatura se describe a menudo como un bípedo volador con pezuñas, pero hay muchas variaciones. La descripción más común es la de una criatura similar al canguro con la cara de un caballo, la cabeza de un perro, correosas alas de murciélago, cuernos sobre la cabeza, brazos pequeños terminados en manos con garras, pezuñas hendidas y una cola bifurcada. Se ha informado que puede moverse rápidamente para evitar el contacto humano, y a menudo se le describe como capaz de emitir un "espeluznante grito."

EL MONSTRUO DEL LAGO TOTA

El monstruo del Lago de Tota es un supuesto animal acuático, conocido —entre otras reseñas— como «diabloballena»,, habitante del Lago de Tota, en (Colombia). La más antigua referencia fue dada al conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada por indígenas de la región, quien lo describe como «(...) un pez negro con la cabeza a manera de buey y mayor que una ballena» (Lucas Fe...rnández de Piedrahíta, 1676, y Antonio de Alcedo, 1788 ), aunque también se ha definido como «un pez monstruoso», «un monstruo negro» (s. XIX),e incluso como «el Dragón» y un «divino animal arquetipal» (2012).

Descripción

La descripción del monstruo del Lago de Tota se limita a sus referencias históricas, con un reporte de un supuesto avistamiento, en 1652,2 y al estudio de la mitología muisca8

La leyenda del monstruo del Lago de Tota ha sido también analizada por la criptozoología, pseudociencia que lo relaciona con casos como el Monstruo del Lago Ness (Nessie) en Escocia, al Monstruo del Lago Nahuel Huapi (Nahuelito) en Argentina, o El Cuero de la mitología.

 

El HOMBRE POLILLA

El mothman, en español hombre-polilla, también denominado en otros contextos hombre-búho, es un supuesto ente humanoide caracterizado por su enorme estatura, su piel, pelaje o vestimenta de un negro uniforme, la presencia de dos enormes alas -que algunos testigos han identificado, alternativamente, como una gran capa que cubriese espalda, brazos y parte del rostro-, y dos enorm...es y sobrecogedores ojos rojos enmarcados en una cabeza poco definida unida directamente al tronco, lo que daría al ser el aspecto general de una gigantesca polilla o búho.

Tales imposibles características anatómicas, contrarias a todo lo conocido por la zoología, y los supuestos fenómenos paranormales que acompañan la aparición del ser, parecen descartar su existencia en un sentido convencional y hacen que se le relacione con determinados estados alterados de conciencia por parte de los supuestos testigos o que se intente encuadrar sus apariciones en el contexto de los arquetipos junguianos. Sin embargo, una minoría de investigadores prefieren incluirlo dentro de la criaturas criptozoologicas, defendiendo que se trata de una criatura real y convencional (perteneciente o no a una especie conocida) a la que las malas interpretaciones de los testigos, la leyenda creada y las exageraciones le hubiesen dotado de las características "milagrosas" mencionadas.


La casuística del hombre-polilla se relaciona tangencialmente con la ufología, al coincidir supuestamente sus apariciones con observaciones de ovnis o con la presencia de otras supuestas criaturas, incluyendo los hombres de negro.
 
 

AVES GIGANTES

En Tippah County (Missouri, Estados Unidos), un maestro de escuela refirió en 1878 la siguiente y trágica historia: "Hace unos días ocurrió en mi escuela un triste suceso. Durante algún tiempo, las águilas se mostraban muy inquietantes en los alrededores, ya que habían capturado cerdos, ovejas, etc. Nadie creía que intentasen apoderarse de un chiquillo, pero el jueves, durante el re...creo, los niños se encontraban a cierta distancia de la casa, jugando a las canicas, cuando su pasatiempo se vio interrumpido por una enorme águila que descendió, capturó al pequeño Jemmie Kenney, de ocho años, y se alejó volando con él entre sus garras. El niño gritó y, cuando yo salí de la escuela, el águila volaba a tal altura que sólo pude oír los alaridos del niño. Se dio la alarma, y, a fuerza de gritos y disparos al aire, el águila se vio obligada a dejar caer su víctima, pero sus garras se habían hundido tan profundamente en él, y la caída fue desde tal altura, que el pequeño murió..."

Éste no es el único caso de un chiquillo arrebatado por un águila. En 1838, en las montañas de Suiza, una niña de cinco años llamada Marie Delex fue capturada por un ave cuando se encontraba jugando con sus amigas. No fue transportada al nido del ave, ya que un grupo que salió en su búsqueda encontró allí dos aguiluchos y montones de huesos de cabra y de oveja, pero ningún rastro de la pequeña. Pasaron dos meses antes de que un pastor encontrara sobre una roca su cadáver mutilado.

Un cazador de osos, llamado Peter Swadley, fue atacado por un ave de gran tamaño, que descendió sobre él y le hundió las garras en la espalda. Swadley escapó de la muerte gracias a su perro, que atacó al ave. Esta se revolvió entonces contra el perro, abriéndole el vientre de un zarpazo, y después remontó el vuelo llevándose al infortunado animal. Un ayudante del sheriff y su hijo vieron también el "águila" gigantesca que capturó un gamo en el bosque donde ellos estaban cazando ciervos. Según dijeron, el animal tenía una envergadura de 4,5 a 5,5 metros, y un cuerpo tan voluminoso como el de un hombre.

Según se cree, el mismo monstruo fue también el causante de extrañas desapariciones de ovejas en un corral vallado. Por tanto, parece ser que se trataba de un águila capaz de levantar el vuelo con un gamo, un perro de caza, una oveja y una niña de diez años, y que además intentó apoderarse de un adulto...

Hacia 1940, en Pennsylvania, un escritor e historiador local, llamado Robert Lyman, se encontraba en la Selva Negra, cerca de Coudersport, cuando vio en medio de un camino un pajarraco de color pardo. De pie media cerca de un metro, y tenía el cuello y las patas muy cortos. Cuando alzó el vuelo, Lyman vio, tomando como punto de referencia el camino, que sus estrechas alas, una vez desplegadas, alcanzaban una amplitud de 6 a 7,5 metros.

Hubo otras visiones, entre ellas alguna en Saint Louis (Missouri). Varios testigos creyeron primero estar viendo un avión, debido a su gran tamaño, hasta que el ser empezó a batir sus alas y a realizar maniobras propias de un ave. Entre los testigos se contaban policías e instructores de vuelo. La última visión tuvo lugar, al parecer, el 30 de abril de 1948. Charles Dunn apenas pudo dar crédito a sus ojos cuando contempló un ave cuyo tamaño "era el de una avioneta Piper Cub", que volaba a unos 900 metros de altitud y batía sus alas. Poco más se supo de aves monstruosas durante casi dos décadas, aunque en 1957 fue avistado un extraño pajarraco con una envergadura de 7,5 a 9 metros volando a unos 150 metros de altitud sobre Renovo (Pennsylvania). en 1966 se produjeron noticias procedentes de Utah, West Virginia, Ohio y Kentucky, aunque sólo algunas de ellas pudieron ser consideradas como visiones de especies apenas conocidas.



 

PIE GRANDE

El Pie Grande (del inglés Big Foot) o sasquatch, es una criatura mitológica de aspecto simiesco que habita los bosques, principalmente en la región del noroeste del Pacífico en América del Norte. El término sasquatch procede de las lenguas salish y significa 'hombre salvaje'.

La comunidad científica dice que las pruebas existentes no son lo suficientemente convincentes y generalmente...
las consideran como el resultado de mitología, folklore o identificación errónea. Muchos profesionales y académicos afirman que los estudios adicionales son una pérdida de tiempo, pero los partidarios de su existencia piensan que la evidencia actual puede ser escasa y que ha de evaluarse objetivamente a medida que se vaya presentando. Otros, incluyendo una subcultura activa, compuesta generalmente por aficionados, continúan investigando y actualmente consideran la existencia del sasquatch como posible descendiente del Gigantopithecus.

Los testigos indican características no siempre similares, pero la descripción más habitual es la de una gran criatura simiesca bípeda, normalmente de una altura de 1.83m a 2.13m de aproximadamente 160kg con amplios hombros y estructura robusta. La cabeza es pequeña, puntiaguda y baja; en ocasiones, se habla de una cresta en la parte superior del cráneo. Los ojos se describen generalmente como pequeños y ocultos bajo una frente pronunciada. A excepción de la cara, manos y pies, una fina capa de pelo cubre su cuerpo, de color normalmente marrón o negro, aunque tiende a ser rojizo, arenisco o con brillos plateados.

Las enormes huellas, similares a un pie humano, le dieron su nombre. El ecologista Robert Michael Pyle las describe así: “Las huellas normalmente miden de 38 a 45 centímetros de largo. Tienen cinco dedos, un músculo doble y un arco 18 ó 21 cm. de ancho.

Se le asocia un desagradable y fuerte olor, semejante al de heces, alcantarillado o de sudor humano.

Los sonidos que emite se describen como similares a agudos chillidos o silbidos o gruñidos graves, al igual que el yeti, por lo que algunos criptozoólogos sostienen que podría ser una especie emparentada con el yeti, la cual quizá llegó a América a través del Estrecho de Bering durante la última glaciación, tal y como hicieron los ancestros de los pueblos amerindios y diversas especies de animales. También se cree que podría estar relacionado con la mítica criatura llamada wendigo.

Con respecto a su alimentación, el antropólogo Grover Krantz escribe que “muchos observadores han descrito los alimentos que consumen los sasquatch; pero es una cuestión de opinión saber cuántos de esos informes son exactos.” También agrega que “A grandes rasgos, lo describiría como omnívoro. Es principalmente un vegetariano y se puede describir como un carnívoro ocasional”

La mayoría de los avistamientos son nocturnos, lo cual hace pensar que se trata de una criatura nocturna. Algunos testigos mencionan algo que Pyle denomina como “brillo rojizo ocular”, similar al brillo de algunos animales nocturnos. Normalmente se avistan individuos solitarios, raramente en pares o grupos familiares y son más comunes los avistamientos de machos que los de hembras.

También existen reportes de avistamientos en el Noroccidente Ecuatoriano, en la zona los habitantes que indican haberlo visto mencionan que se alimentan de carne.

No se han encontrado restos físicos de ningún ejemplar, cadáveres, huesos, piel, pelos, excrementos u otros rastros físicos que no hayan sido identificados como de otro animal conocido. Los únicos rastros de que se dispone es de huellas de pisadas (muchas de ellas son claramentes falsas o se ha encontrado incluso los moldes con que se hicieron), alguna foto borrosa y lejana, una película de autenticidad muy cuestionada, y las observaciones de los testigos.

Los defensores de la existencia del animal alegan que habita en zonas remotas, huyen del hombre (a pesar de los miles de avistamientos reportados) entierran o esconden a sus muertos, y otras opiniones similares. Los detractores alegan que con miles de avistamientos, la población debía ser bastante numerosa como para no haber encontrado ningún rastro físico, apoyado por que ni siquiera existen fósiles de alguna especie que haya podido generar a este ser.
 


jueves, 6 de marzo de 2014

CRIPTOZOOLOGIA

La criptozoología (del griego κρυπτος cryptos, 'oculto', ζωος zoos, 'animal' y λογος logos, 'estudio'; literalmente: 'el estudio de los animales ocultos') es un fenómeno cultural que se ocupa de la búsqueda de animales denominados comúnmente críptidos, cuya existencia es improbable.
 
Es la disciplina que realiza el estudio y búsqueda de hipotéticos animales que se cree que existen (se los denomina "críptidos") y que estarían quedando fuera de los catálogos de zoología contemporánea. Su objetivo es la búsqueda de supuestos animales considerados extintos o desconocidos para la ciencia, en algunos casos teniendo orígenes de la mitología y el folclore. La criptozoología ha recibido poca consideración por la comunidad científica y el escépticismo científico,  quienes la consideran una pseudociencia.

La criptozoología, desde un punto de vista bastante objetivo, aunque sin entrar a considerar el estudio de animales desconocidos a la ciencia y sin considerar tampoco las consideraciones de los más fanáticos, es un fenómeno cultural relevante en los medios de comunicación y la cultura de masas, que tiene un seguimiento menor que muchos deportes considerados espectáculos públicos, pero similar al fenómeno Ovni, con el que en algunos casos se relaciona. Genera un mercado de importancia económica, que en determinados casos es el principal impulsor del turismo local y rural, relacionado con el medio natural. El fenómeno-mito, vinculado ahora a los medios de comunicación, está extendiéndose a supuestos avistamientos de animales escapados, con características más o menos fantásticas y que ocupan intermitentemente a los medios de comunicación masiva. Sus características son muy variables, desde pequeños gusanos y artrópodos a grandes vertebrados, y desde animales extinguidos que "prueban" su existencia (supuestos ataques de predadores: lobos, cocodrilos, osos, buitres, jaguares, etc.) a fauna exótica, extraterrestre, mutante o creada en laboratorio escapada de centros de investigación o cría.

Las personas que se dedican al estudio e investigación de la criptozoología se hacen llamar criptozoólogos, mientras que las criaturas en cuestión son llamadas críptidos.
En la criptozoología, se presume la existencia real de los críptidos, ya que algunas de las características que presentarían estos animales hacen creer que existen posibilidades de que estas criaturas existan.

La criptozoología igualmente se dedica al estudio de presuntos animales desconocidos, los cuales poseen una gran lista de reportes a través del tiempo, y que en algunos casos son reportados por algunos supuestos testigos que informaron avistamientos ocasionales entregando una descripción coincidente con las características de animales extintos.

Aunque popular y antiguamente se asociaba a la criptozoología con todas las criaturas mitológicas presentes en los mitos o leyendas, los criptozoólogos modernos no se dedican a estudiar a todas estas criaturas fantásticas. Para que una de ellas sea estudiada y catalogada como críptido, debe de presentar las características anteriormente mencionadas. Mitos relacionados son tratados por escritores en lengua inglesa considerados "anomalistics", (representada en España por la Fundación Anomalía) o "fortean" y "forteanos" y divulgadores de "anomalous phenomena" y suelen quedar fuera los relacionados con los "psico" fenómenos y las "para" ciencias y los fenómenos paranormales.

Igualmente, la criptozoología propone dentro de su ámbito a ciertos descubrimientos de la zoología, realizados por zoólogos o por simple casualidad, los cuales son citados y utilizados como justificación de su disciplina. Entre estos animales los más conocidos son la mariposa esfinge de Morgan (cuya existencia fue predicha por Charles Darwin), el calamar gigante (del cual afirman que originó la leyenda del kraken), el celacanto (que se creía extinto), o el okapi (cuyo descubrimiento causó impacto mundial), entre otros.

La invención de este término suele atribuirse al zoólogo Bernard Heuvelmans, quien definió la criptozoología como «el estudio de los animales sobre cuya existencia sólo poseemos evidencia circunstancial y testimonial, o bien evidencia material considerada insuficiente por la mayoría». Su libro de 1955 «Tras la pista de animales desconocidos» es a menudo visto como el génesis de esta disciplina, pero el mismo Heuvelmans remontó dichos orígenes a Anthonid Cornelis Oudemans y su estudio de 1892 «La gran serpiente marina». Tuvo una gran influencia entre un nutrido grupo de autores, Willy Ley, que en 1941, 1945 y 1948 publicó en Viking Press, en U.S.A. "The Lungfish, the Dodo and the Unicorn" traducido a numerosos idiomas y publicado en español por Espasa-Calpe en 1963.

Heuvelmans argumentó que la criptozoología debía ser practicada con rigor científico, pero también con una actitud abierta e interdisciplinaria, dando a estos términos un sentido ajeno al de «rigor científico». Además, según Heuvelmans, se debe también prestar especial atención a las tradiciones y creencias populares sobre estas criaturas. Aunque suelen estar cubiertas de elementos fantásticos e inverosímiles, las leyendas populares pueden contener alguna parte de verdad que pudiera ayudar a guiar la investigación de los informes sobre «animales inusuales». En España, existe una obra temprana sobre el tema, de José Luis Barceló, editada por Telstar en 1967 y titulada «Animales desconocidos sobre la tierra».

La editorial Espasa Calpe, publicó en 1963 «El pez pulmonado, el dodo y el unicornio» traducido del inglés por José Banfi y Alfredo B. Besio, de Willy Ley y publicado originalmente bajo el título de «The Lungfish, the dodo, and the Unicorn» en 1941, 1945 y 1948 por The Viking Press Inc. En la década de los 80 Vadim Chernobrov escribió varios libros sobre eventos relacionados con animales del centro de Rusia. Entre los criptozoólogos con titulación universitaria en Zoología se encuentran, además del fundador Bernard Heuvelmans, a Karl Shuker, Loren Coleman, Ben S. Roesch, Anthonie Cornelis Oudemans, y otros.

El okapi, que por años fue conocido solo por los relatos recopilados de los pigmeos, es usado como emblema de la International Society of Cryptozoology, a pesar de no haber sido descubierto por criptozoólogos. Actualmente, la afición a la criptozoología y los animales fantásticos está en auge: hay muchas páginas de internet de aficionados a los misterios y seguidores de temas relacionados, que tienen su reflejo en películas, atracciones temáticas, museos locales, revistas, programas de radio y otros medios y numerosas empresas privadas y organismos públicos promocionan y rentabilizan la criptozoología y la búsqueda de animales legendarios como un medio para vender sus productos o atraer turistas.